
Poco a poco voy abriendo mi mente, creo… o por decirlo de otra manera, voy haciendo cosas que pensé que no haría nunca: una de ellas, (la otra os lo cuento otro día), es ir a un club swinger con una amiga.
sigue leyendoPoco a poco voy abriendo mi mente, creo… o por decirlo de otra manera, voy haciendo cosas que pensé que no haría nunca: una de ellas, (la otra os lo cuento otro día), es ir a un club swinger con una amiga.
sigue leyendoSiempre me han gustado los suizos, me refiero a esos bollitos tipo brioche, que según tengo entendido deben su nombre al lugar donde se elaboraban, el ya desaparecido Café Suizo de Madrid. Los he comido desde pequeña. Qué feliz era cuando al entrar en la pastelería los veía a todos colocaditos en la bandeja, parecían estar esperándome… Fijo que los ojos me brillaban más que a Candi Candi. Mientras los miraba con ojos golositos, notaba como empezaba a salivar, deseando cogerlo para degustarlo, saborearlo… por fin tengo uno y me lo llevo a la boca; uhmmmm ¡Está delicioso! Ese primer mordisquito ¡Qué suavecito, dulce, blandito y rico! quiero ir poco a poco, pero estoy deseando llegar al azúcar que hay en el medio…
seguir leyendo7/10/18
Hoy he ido sola a Divernis. Llevaba mucho tiempo pensando ir sola a algún club swinger, no tenía claro si a las fiestas temáticas que organizan en ellos los días de entre semana, o algún sábado noche, la noche de las parejas, bien a participar, o simplemente a mirar y disfrutar haciéndolo.
sigue leyendoEra un domingo otoñal de octubre, había estado toda la mañanade shopping por el Barrio de Salamanca y después de comer algo ligero, pensé en un tema que llevaba mucho tiempo dando vueltas, y no era otra cosa que la de ir sola a un club swinger. Puesto que ya estaba en el Barrio, y que me encanta Divernis, no exageradamente grande, súper acogedor, ideal para relajarse en pareja, y ahora os puedo decirque, en solitario también, pensé “de hoy no pasa”.
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