
Hay cosas, o en este caso momentos, que son la antesala de otras situaciones -aunque en el fondo no tengan nada que ver-. La antesala a la mazmorra a la que fuimos hace dos semanas, y que yo no me quito de la cabeza, es en parte mi casa, y en parte el cuarto oscuro de Trama, con su cruz de San Andrés. Ahora lo veo como un aprendizaje -con Eduardo cada día hay algo nuevo-, y por qué no, como un ensayo. Un ensayo de una obra de teatro que llevas a cabo por partes: primero este acto. Luego este otro. Para finalmente llevar a cabo la obra al completo en el teatro. Con su atrezzo, su decorado…
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