‘Un domingo perfecto’, mi nuevo relato erótico, en la revista Gente Libre

La revista Gente Libre ha publicado mi último relato erótico, Un Domingo Perfecto. En esta ocasión, tendréis que leerlo desde su revista online.

Os dejo el enlace! https://gentelibre.com/revista-liberal-swinger/no-1055/ Una vez aquí, os registráis desde «leer online» y lo tenéis… (Hay que registrarse por ser contenido para adultos).

En este relato os cuento mi tarde de «domingo perfecto» con Eudardo y los juguetes eróticos . Os dejo un aperitivo para que no os podáis resistir…

[…] Ha activado el vibrador que tiene forma de polla, y me lo pone en el coño. Aprovecha mi humedad para frotarme con él. Qué gustazo sentir la vibración por mi dolorido coño. La vibración actuaba a modo de calmante cosquilleo, apenas estaba disfrutando de esa sensación, cuando sentí como me penetraba con él. Le hice saber con mis gemidos que me gustaba […]

¡Espero que os guste!

@compartidalujuria

El de… Eduardo y yo en Fusión y el sillón tantra (II)

Nos terminamos la copa y con la intención de ir al cuarto oscuro, pasamos antes por la taquilla. Ya dejamos toda la ropa y nos fuimos nada más que con la toalla -esa siempre va contigo- y en mi caso, el tacón.

Entramos en el cuarto oscuro y el sillón tantra estaba libre. ¡Bravo! Eduardo y yo empezamos a probar posturas. Bueno más bien yo. Yo me colocaba como Eduardo me indicaba. La verdad es que el sillón es todo un abanico de posibilidades, y eso, que a simple vista no lo parece. Puedes jugar con su forma a modo de ondas, para colocarte, y claro, yo no me veo, pero me da la sensación de que el sillón te deja expuesta “sin que te des cuenta”. Me tumbé boca arriba en el sillón, de dos maneras diferentes y Eduardo me acariciaba. Sus dedos parecían entrar sin querer en mi vagina. Era como una nueva manera de tocar que no tengo duda lo favorece el sillón.

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El de la primera vez que me lo comió una chica

No os he contado, y mira que os he contado cosillas… quién me habló de Divernis, cómo empecé a ir allí y cómo sucedió todo.

Yo solo había ido una vez a un club swinger, había sido con Borja y en esa misma noche, como ya sabéis, habíamos ido en plan “visita relámpago” a 100momentos, y luego a encuentros VIP. Bien. Yo siempre sentí que debía darle una oportunidad al primero de ellos, porque apenas estuvimos un rato y mi empeño en ir a encuentros, creo que no me dejó apreciar este sitio en condiciones.

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El de Jorge y yo en 100momentos y el sexo anal

Lo malo de nacer en agosto, es que no hay ni Perry para celebrar el cumpleaños, da igual el día que sea, de milagro si hay algún pringado de la pandilla que ya se ha incorporado al trabajo con el que puedas quedar y ahorrarte el beber vino tu sola. Este año cayó en jueves y solo estábamos en Madrid Jorge, Macarena y yo. Jorge no podía quedar, por lo que Macarena y yo nos fuimos a la maravillosa azotea del Hotel Ginkgo, las dos tranquilitas y divinas, a disfrutar de las impresionantes vistas y de una rica, rica cena mientras recordábamos nuestro reciente viaje a París.

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