Siempre me han gustado los suizos, me refiero a esos bollitos tipo brioche, que según tengo entendido deben su nombre al lugar donde se elaboraban, el ya desaparecido Café Suizo de Madrid. Los he comido desde pequeña. Qué feliz era cuando al entrar en la pastelería los veía a todos colocaditos en la bandeja, parecían estar esperándome… Fijo que los ojos me brillaban más que a Candi Candi. Mientras los miraba con ojos golositos, notaba como empezaba a salivar, deseando cogerlo para degustarlo, saborearlo… por fin tengo uno y me lo llevo a la boca; uhmmmm ¡Está delicioso! Ese primer mordisquito ¡Qué suavecito, dulce, blandito y rico! quiero ir poco a poco, pero estoy deseando llegar al azúcar que hay en el medio…
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