
No sé si es una leyenda urbana o no, pero se dice que una folclórica dijo una vez: “una mujer no está entera, hasta que un negro se la meta…” vaya por delante que el comentario es más basto que un bocadillo de cangrejos, pero yo, lo corroboro. Así, tal cual, porque creo que hay cosas que no se pueden decir de otra manera, sí más alto, pero no más claro. O bromas aparte, así lo siento yo.
Dicho esto. Yo, excepto en cuatro gloriosas ocasiones, siempre he tenido sexo nacional, vamos, producto ibérico, y la verdad es que no me puedo quejar; He sido muy afortunada. Como cada uno es un mundo, y tiene unos gustos, puedo decir que he tenido sexo suave, duro, más duro… Me han penetrado-y me he comido- penes de lo más variado: largos y finos, largos y gruesos, notan largos, pero sí muy gruesos… y aunque siempre he disfrutado muchísimo, y en ocasiones me he casi mareado de tanto placer, tengo que decir, que he tenido que follar con mi black man para ver la luna,las estrellas, los planetas, en fin, que con cada embestida viajo por el puñetero universo, a veces con miedo de no regresar… No os estéis imaginando una polla descomunal, que tampoco es eso… es que Jackson, entre otras cosas, tiene mucha fuerza. Muchas horas de gym me quedan a mi para coger fondo, porque si no ¡yo!… vamos, que esto no hay cuerpo que lo aguante.
Y es que con él, grito de placer, de dolor, de dolor placentero.Con él siento que voy a reventar, siento que no puedo más, pienso que es imposible que me penetre más, y más, empujando sobre mí con toda su fuerza – que me dan ganas de decirle: “tío ¡¡¡que ya no puedes llegar más lejos!!!”- pero ¡no! parece ser que sí.
La primera vez que estuve con él, amanecí como el día después de tu primera clase de cualquier actividad en el gym… me dolía todo el cuerpo, menos, curiosamente, esa parte que os estáis imaginando.
Jackson es alto. Bueno, yo no entiendo de medidas, pero yo mido 1’54 y le llego por el hombro (más o menos). Es delgado. Fibroso. Musculado, pero no como esos tíos cuadrados que parecen armarios empotrados, que piensas “este te empuja sin querer y te desplaza 200 metros”. Bueno, pues eso, que a Jackson le tocas el bíceps y piensas “como todo lo tengas así de duro… uhmm”. Si vestido llama la atención, desnudo ni os lo cuento. Ni un puñetero monitor de gimnasio he tenido yo a día de hoy con el cuerpo y los músculos de Jackson. La primera vez que lo vi desnudo pensé “esto será lo más parecido a estar con alguien tipo Brad Pitt o algo así… nena, no te has visto en otra. El cosmos te está empezando a devolver cosas que te debe”. Es muy guapo, y muy negro. Vive en Nueva York, y de vez encuando viene a Madrid por trabajo. Y a follarme duro, muy duro.